Nuevos cantares de gesta
@Antonio Hervás
Hay maldiciones que se cumplen, aunque se deseen mucho. Quizá sea esta la razón por la que escritores y cineastas han fabulado con morbosa atención las últimas palabras que todo un gran maestre de la legendaria Orden del Temple pronunció delante del, nada menos, todopoderoso rey de Francia, Felipe IV. Desde la prudente distancia de nuestro tiempo, asistamos a la ejecución pública de Jacques de Molay y oigamos sus agónicas últimas palabras:
“¡Papa Clemente! ¡Caballero Guillermo! ¡Rey Felipe! ¡Antes de un año yo os emplazo para que comparezcáis ante el tribunal de Dios, para recibir vuestro justo castigo! ¡Malditos, malditos! ¡Malditos hasta la decimotercera generación de vuestro linaje!”
Podríamos abrir un debate acerca de si le dio tiempo a completar su maldición, teniendo en cuenta que estaba siendo víctima de las llamas que debían acabar con su vida, pero quizá nos despistaríamos y se nos escaparía la nada sutil acusación a dos de los más importantes señores de la Europa medieval: el Papa y el cristianísimo rey de Francia. ¿Por qué estaban ejecutando al gran maestre de los templarios? ¿Qué le hacía pensar al acusado que el rey de Francia y el Papa, entre otros, estaban confabulados y habían apostado por un espectáculo digno de pirómanos para su final en la Tierra? La Historia, por cierto, estaba esa noche tomando nota de las últimas voluntades del reo y, quizá por piedad -o por azar-, se encargó de ejecutar la maldición. La lista de solicitudes para entrar en el Cielo, o en el Infierno, engordó un año más tarde: Clemente y Felipe se convirtieron “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”.
Hasta las llamas de París, los templarios habían logrado convertirse en uno de los más potentes baluartes de las Cruzadas, en una de las órdenes militares más ricas, y en uno de los misterios más sólidos de la oscura y fascinante Edad Media. A sangre y fuego el Temple se abrió paso por las páginas de la Historia, sin olvidar una firme vocación de leyenda y adornado con las sombras del mito y la propaganda. Sin embargo, los dioses son caprichosos y prestan especial atención a los seguidores de Prometeo: el poder igualatorio de la muerte nunca deja de sentirse entre nosotros, humanos.
Los juglares y trovadores de nuestro tiempo, muchos de ellos en nómina de HBO y Netflix, ansiosos por alcanzar la gloria televisiva de Juego de Tronos, buscan en la Historia potentes temas, acontecimientos o personajes dignos de convertirlos en fábulas televisivas. El próximo 7 de diciembre la cadena de televisión de pago HBO lleva a las pantallas la historia de la Orden del Temple. Su nombre es “Knight Fall”, y este es el tráiler de la nueva serie histórica de moda:
https://www.youtube.com/watch?v=F9dtepkeR0I
Para próximas entregas hablaremos de los diez capítulos de la primera temporada que arrancará dentro de varias semanas, y, para los más entusiastas, de una saga literaria que aborda las proféticas y nefastas palabras de nuestro gran maestre, Los reyes malditos.